Simfonia n.45, en fa#m "dels adéus" (4t mov) de Joseph Haydn
El
31 de maig del 1809 va néixer el gran Joseph Haydn. Comparteixo el
següent vídeo de la "Simfonia dels adéus". Una protesta delicada i contundent alhora. Si voleu trobar-hi la gràcia haureu de visualitar el vídeo fins al final. I si voleu saber el perquè del que passa, llegiu els comentaris que hi ha després del vídeo.
Potser n'haurem d'aprendre de Haydn amb aquests temps que corren.
Comentaris de l'obra extret del blog Audiciones Comentadas. Copio literalment en castellà:
A Joseph Haydn se le conoce como el padre de la sinfonía. Padre, por
otra parte, de una familia más que numerosa, pues el compositor dio vida
nada menos que a 104 sinfonías, consolidando esta forma musical y
dotándola de su estructura definitiva.
Escuchamos una música amable y de sutil elegancia, que se enmarca dentro
del “estilo galante”, característico de la música del clasicismo, en el
que las frases musicales parecen pedirse permiso unas a otras para
intervenir en el diálogo, como personajes de la corte en plena reunión
social.
Con esta música delicada y gentil, se busca complacer al oyente sin
grandes artificios, pero con una elaboración exquisita y con
protagonismo absoluto de la melodía. En consecuencia, la textura musical
se vuelve más ligera, siendo características de este estilo las
melodías intuitivas y predecibles, con finales de frase refinados, casi
aristocráticos, como si de reverencias musicales se tratase.
En la época en que Haydn escribe esta sinfonía, se encuentra en la
residencia de verano de su patrón, el príncipe Esterházy, que solía
pasar allí los meses estivales, pero que en esta ocasión estaba
alargando demasiado su estancia, y con ella la de sus músicos, que
deseaban regresar con sus familias.
Se imponía la diplomacia para hacer ver al príncipe que los músicos
deseaban volver a casa, y Haydn, con su particular sentido del humor,
decidió componer esta sinfonía en la que en el último movimiento, que es
el que ahora escuchamos, los músicos se van “despidiendo”,
levantándose, apagando la vela de su atril y abandonando la orquesta,
quedando solamente dos violines en el momento final (uno de ellos sería
el propio Haydn), que se levantan también al terminar, sugiriendo así la
necesidad de un descanso.
Parece ser que finalmente el príncipe entendió la indirecta de Haydn y los músicos pudieron disfrutar de sus vacaciones.
Disfrutemos nosotros de su música.
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